Para decorar un árbol de Navidad no necesitas demasiado conocimiento, sólo un poco de imaginación y organización. Antes que nada, obviamente tienes que tener un árbol. Ya sea artificial, o natural, cortando alguna buena rama de un pino que tengas cerca.
Lo primero que debes colocar son las luces, porque a veces es lo más complejo y lo que se puede enredar con algunos otros adornos. La mejor forma de colocarlas es girando en forma de resorte desde la punta a la base.
Una vez que eso ya esté listo y que hayas probado con anterioridad que anden bien, es el turno de las guirnaldas, ya sean las de papel metalizado, las de perlas, o las que has decidido usar, las vas a colocar en redondo, dejando que tengan cierta caída entre cada rama que apoyas, para que no queden tirantes y más naturales.
Y realizado este paso, sólo queda que le agregues los adornos que más te gustan. Y en ese caso, sólo cuenta tu imaginación. Pueden ser todas pelotitas, puedes combinarlas con moños, ponerle estrellas o palomitas, y hasta puedes agregarle las características medias rojas, en las que los más pequeños de la casa pondrán sus cartas a papá Noel.
No te olvides que el adorno de la cima del árbol de Navidad suele ser el más grande o el más importante, y colócalo último para que se luzca aún mejor. Además de estos consejos, puedes hacer lo que se te ocurra con él, o lo que más combine con tu hogar.
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